Recensione

Francisco DE LUIS MARTÍN, Historia del deporte obrero en España (De los orígenes al final de la guerra civil) , Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2019, 371 pp.

Antonio S. Almeida Aguiar

(Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)

 En los últimos años ha existido un avance significativo en los estudios sobre la Historia del Deporte y la Educación Física en España. A pesar del atraso en este ámbito con respecto a otros países de la Unión Europea, la presencia de grupos de investigación e investigadores, vinculados preferentemente a las universidades españolas, además de la participación de estos en congresos nacionales e internacionales, ha supuesto un avance significativo con respecto al pasado siglo. A esta circunstancia, debemos señalar igualmente el interés en el campo de la actividad física por parte de investigadores vinculados a distintos ámbitos de conocimiento, pero con un mismo objeto de estudio: la Historia del Deporte. De esta manera, nos encontramos principalmente investigadores vinculados a departamentos de Historia Contemporánea; vinculados a las Ciencias de la Educación, más directamente con el área de Teoría e Historia de la Educación; o estudiosos vinculados a departamentos de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Todo ello sin excluir a otros ámbitos de las Ciencias Sociales y Humanas que tiene como marco de interés el tema que abordamos.

Es precisamente desde el ámbito de la Historia Contemporánea desde donde se realiza este estudio. No es extraño que su autor, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca, se haya centrado en el deporte obrero. Entre sus principales líneas de investigación, destaca la referida al movimiento socialista en España, además de la historia de la educación popular, la historia de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE), etc.

El objetivo principal del libro es enmarcar la práctica deportiva en el contexto de las organizaciones obreras durante el primer tercio del siglo XX. Para dar respuesta a este objetivo general, el autor se ha valido de la consulta de fuentes primarias, tanto hemerográficas como archivísticas, muchas de ellas inéditas en la historiografía reciente, analizando el movimiento obrero deportivo desde sus orígenes hasta el final de la fatídica Guerra Civil.

El libro sigue una línea secuencial de los acontecimientos, de carácter cronológico, estructurado en seis capítulos. Anterior  a ellos, una introducción sitúa al lector no solo en cuestiones conceptuales, de estructura y contenidos, sino en un detallado estudio preliminar o estado de la cuestión sobre la historiografía del deporte obrero en España. Es en este apartado donde aparecen los estudios más recientes, tanto generales como particulares, referidos al deporte en España, siendo de especial interés para el autor obras de referencia sobre el tema tratado, como los textos Sport y Autoritarismos  (González Aja, 2002) y Atletas y ciudadanos  (Pujadas, 2011), por citar algunos.

Uno de los puntos de partida que utiliza De Luis Martín es el de la influencia de la Institución Libre de Enseñanza  (ILE) en la educación física en el socialismo. A pesar de las diferencias conceptuales, al menos en sus orígenes, entre el socialismo y la ILE con respecto a la actividad físico deportiva, el paso de los años producirá un inevitable acercamiento, debido principalmente a la incorporación de muchos institucionistas a las filas socialistas. En este sentido, mención especial es la que realiza el autor en torno al excursionismo infantil, vinculado al grupo Salud y Cultura , entidad pionera en la promoción del deporte infantil,  y las colonias escolares. Estas últimas han sido centro de interés para muchos investigadores, especialmente vinculados a la Sociedad Española de Historia de la Educación  (SEHDE). En este sentido, podemos destacar las obras Educación, salud y protección a la infancia. Las colonias escolares de Cartagena (1907-1936)  (Moreno Martínez, 2000);  Un siglo de colonias escolares. Patronato de la Juventud Obrera de Valencia (AA.VV, 2006), o más recientemente para el caso de las Islas Canarias, la obra Las colonias escolares en Gran Canaria (1922-1936). Textos e imágenes para su estudio  (Almeida Aguiar, 2018).

El segundo capítulo centra su interés en uno de los pioneros del deporte obrero: la figura de Juan Almela Meliá (1882-1970), así como las primeras agrupaciones deportivas socialistas. De Almela, destaca su labor como difusor del excursionismo,  y asociados a  esa práctica, el senderismo y la escalada. Fue uno de los artífices de la creación de la sociedad Los doce amigos de Peñalara  (1913), y uno de los primeros autores que intentó acercar la sierra de Guadarrama a los trabajadores desde una perspectiva institucionista, es decir, entendiendo el deporte del excursionismo como parte de la educación obrera.  Además de las aportaciones de Almela Meliá, el autor del libro concluye este capítulo centrándose en las primeras agrupaciones deportivas socialistas. Entre ellas, la fundada por los socialistas madrileños con el nombre de Sociedad Deportiva Obrera  (1914), gracias al impulso de unas incipientes  Juventudes Socialistas . Su objetivo no era otro que desarrollar una renovación social y una dignificación de las costumbres de los trabajadores jóvenes. Y aunque su duración temporal a penas fue de dos años, encendió la chispa para que este tipo de asociaciones apareciesen en otros puntos de la geografía peninsular, especialmente en los años veinte.

El tercer capítulo, precisamente lo dedica el profesor De Luis Martín a la década de los años veinte. En este período se determinan algunas claves para entender la evolución del socialismo en relación al deporte. El propio contexto social, con el desarrollo del deporte como espectáculo de masas y el fortalecimiento del movimiento socialista en Europa; la aparición de federaciones obreras, con la fundación de la Internacional Deportiva Obrera Socialista , así como la reconstrucción de la Federación de Juventudes Socialistas,  marcarán las líneas de actuación que convergerán en una acción más decidida en el terreno deportivo. Todos estos ingredientes traerán un nuevo acercamiento del socialismo al deporte, y uno de los elementos más significativos será la prensa. Desde El Socialista  (sobre todo a partir de 1923) hasta Claridad (especialmente desde 1936), la presencia de noticias deportivas, tanto nacionales como internacionales, será cada vez más frecuente. Sin duda, el deporte que mayor trascendencia tuvo fue el fútbol, al convertiste en el deporte del que más disfrutaba como espectadores las clases trabajadoras.

Pero además del fútbol, otras prácticas corporales tendrán una importante representación. El excursionismo, sobre todo las actividades organizadas por la Sociedad Española de Alpinismo Peñalara , fue un incentivo para que cada vez más grupos deportivos socialistas crearan secciones de excursionismo. Otros deportes, como el boxeo, la lucha libre o la natación tendrán pronto representación en la prensa, y a la que se uniría también entidades socialistas como Salud y Cultura . Este tipo de sociedades comenzaron a influir en otras agrupaciones de España. Entre 1923 y 1931 surgen sociedades obreras deportivas en distintas ciudades. En Madrid, podemos señalar la Agrupación Deportiva Natura  (1924). Natura  languideció hasta 1929, año en que se refundó creando secciones de fútbol, atletismo y excursionismo. Se creó el Grupo ciclista de propaganda  (1930) y se trató de formar una Federación Nacional de Educación Física Obrera . Otras sociedades deportivas estuvieron en Eibar ( Sociedad Deportiva , 1924), Yecla ( Unión Deportiva Iglesias , 1928), Barcelona ( Grupo excursionista , 1927), así como en Guadalajara y Valladolid.

El cuarto capítulo abarca el contexto de la Segunda República. Los nuevos ideales republicanos, con un cambio significativo político y social, contribuyeron a la socialización del deporte en los grupos sociales de la clase trabajadora. El desarrollo del deporte está vinculado al desarrollo urbano, de ahí que todavía se mantenga las grandes diferencias entre las ciudades y el campo. Es precisamente en las ciudades capitalinas desde dónde en el ámbito socialista se produce un aumento de los grupos deportivos. Con la República recién proclamada, los socialistas intentaron incluso la formación de una liga de fútbol independiente de la oficial. En el barrio de Cuatro Caminos (Madrid)  los trabajadores de la construcción protagonizaron innumerables huelgas. En ese barrio había sido inaugurado en 1924 el Estadio Metropolitano, campo del Athletic Club de Madrid. Su masa social eran muchos de esos trabajadores concienciados y militantes de las organizaciones obreras socialistas y anarquistas. Tres son los acontecimientos que De Luis Martín señala para entender los cambios en el deporte obrero durante el quinquenio republicano: el proceso de radicalización de las Juventudes Socialistas y la relevancia del deporte en la URSS; la constitución de la Federación Cultural Deportiva Obrera  (a la que el autor le dedica el siguiente capítulo del libro)  y finalmente, la toma de posicionamiento adoptada ante la Olimpiada de Berlín y la Olimpiada Popular de Barcelona, esta última estudiada hace ya algunas décadas por los profesores Pujadas y Santacana ( L’altra olimpiada. Barcelona’36. Esport, societat i política a Catalunya (1900-1936) , 1990). Este capítulo se ocupa también, tal y como señala la contraportada del libro, «de los planteamientos y realizaciones del anarquismo y del comunismo y de la división que, al socaire de lo que ocurría a nivel internacional, enfrentó a socialistas y comunistas, seguidores, estos últimos, de la Internacional Deportiva Roja , por la dirección del deporte obrero y popular».

El quinto capítulo lo dedica a desgranar los acontecimientos que se desarrollaron al amparo de la Federación Cultural Deportiva Obrera  (FCDO), la más relevante de todas las plataformas deportivas, al decir del autor, y que llegó a convertirse en una verdadera organización de masas. El objetivo de su creación fue la necesidad que muchos militantes de las juventudes socialistas habían manifestado, de coordinar y agrupar en un mismo órgano a las sociedades deportivas del país. Iniciativa que no era nueva, pero que había fracasado por las luchas de dos dirigentes del Partido Socialista Obrero Español  (PSOE) y la Unión General de los Trabajadores  (UGT), además de la debilidad de la organización juvenil. No obstante, su creación finalmente seguirá marcada por las disputas entre socialistas y comunistas, principalmente por el control de la institución. Para profundizar en la trascendencia y complejidad de la FCDO, son varios los apartados que el autor estructura. La constitución y primeros pasos, partiendo de la creación en 1931 de la Federación Deportiva Obrera  (FDO), que reunía varias entidades deportivas populares, así como el nacimiento de la sociedad Natura,  de carácter independiente, hasta septiembre de 1932. Le seguiría una etapa marcada por la división en el movimiento deportivo obrero, hasta mayo de 1933. A este período, le sigue la toma de control, por parte de los comunistas, con el objeto de proclamar la unidad del deporte obrero en la FCDO, que llegaría hasta enero de 1936. Finalmente, se estudia la FCDO en el período del Frente Popular  (De febrero a julio a de 1936). En estos meses, se refuerza la institución en zonas donde había tenido escaso apoyo, como en el País Vasco. La defensa del deporte popular seguía centrando el objeto principal de su actuación. De ahí que entre los principales puntos de su programa de acción, se indicase que exigencia a los poderes públicos de crear campos, gimnasios, piscinas próximos a los barrios obreros, tanto para niños como adultos, así como de ambos sexos, para la práctica deportiva en completa libertad; campos para competiciones de los diferentes deportes, la creación de misiones para que llevasen a los pueblos ámbitos relacionados con el deporte, la higiene y la cultura, etc. Termina este capítulo mostrando las respuestas y posicionamientos de las distintas organizaciones deportivas obreras en relación a las olimpiadas de Berlín y Barcelona.

El sexto y último capítulo del libro profundiza en las organizaciones obreras y el deporte en la Guerra Civil (1936-1939). Los temas abordados en este espacio cronológico son varios: desde la política de incautaciones, pasando por los Batallones Deportivos , haciendo alusión al ámbito internacional con la Olimpiada de Amberes, la actividad deportiva en los frentes y la retaguardia, la organización Sociedad y Cultura  en la guerra, y la gestión que realzó la FCDO durante el conflicto bélico.  Como es lógico, el desarrollo de la guerra  afectó la vida social del país, y como consecuencia, al deporte. Este se tuvo que adaptar, en esos años, a las idas y venidas de los acontecimientos y de la situación de los espacios y frentes bélicos. La prensa también fue reduciendo la información de las prácticas deportivas, especialmente en los últimos años de la misma. De alguna manara, este retroceso en las noticias deportivas no era nada más que un adelanto de las consecuencias finales de la guerra y del triunfo del bando nacionalista: la desaparición del movimiento deportivo obrero en España.

En definitiva, nos encontramos con una obra rigurosa, tanto en su estructura como en la organización de los contenidos, con un manejo de fuentes amplia, tanto archivísticas como hemerográficas. Con la utilización de un abundante repertorio gráfico, que enriquecen la edición y los contenidos del texto. Una obra imprescindible que sin duda viene a completar la relativa ausencia de estudios sobre el deporte obrero en España, y que supone una obra clave para conseguir un mayor conocimiento, tanto desde una perspectiva general como concreta en otros aspectos, que el que se tenía anteriormente en nuestro país.