Del Franquismo a la Democracia:
la Transición del Deporte en España a Través del Análisis
de los Documentales «Imágenes del Deporte», 1968-77

Juan Antonio Simón Sanjurjo

(Universidad Europea de Madrid)

Eva Asensio Castañeda

(Universidad Europea de Madrid)

ABSTRACT

The aim of this article is to analyze the content of the cinematographic magazine Imágenes del Deporte produced by the No-Do Newsreels and Documentaries (Noticiarios y Documentales Cinematográficos) between 1968 and 1977. At a methodological level, we proceeded to the viewing of the 88 issues of Imágenes del deporte, and then categorize its content and study each of its documentaries. Through this research, it has been possible to analyze how a mass media such as the cinema was used during the end of the Franco regime and the first stage of the democratic transition. The cinematographic reports of Imágenes del deporte were used with a triple objective: on the one hand, it seeks to promote among the Spanish people the practice of physical activity and, at the same time, try to publicize the sporting events that were organized and the investments to new sport facilities. Finally, another objective was to make known the biographies of some of the most popular athletes of that time, using them as models of values with which the Franco regime wanted to identify.

KEY WORDS: documentaries, sport, Francoism, Spain, No-Do.

Pese a la importancia que ha tenido el deporte en el vasto contenido producido por el No-Do (acrónimo de Noticiarios y Documentales Cinematográficos) desde su primera aparición en 1943 hasta 1981, no han sido muchos los historiadores que han decidido abordar de forma específica y rigurosa el estudio del papel que representó la actividad física y el deporte dentro de los múltiples materiales audiovisuales producidos por el No-Do. Como ejemplo de lo anterior, al realizar una búsqueda bibliográfica en la base de datos de sumarios ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades producida por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), utilizando los descriptores “NO-DO” y “deporte”, únicamente nos aparecen dos artículos centrados específicamente en aspectos relacionados con el deporte, correspondientes a las investigaciones desarrolladas por Fátima Gil Gascón y José Cabeza Deogracias, en relación con la imagen del deporte femenino en los noticieros del No-Do, y el trabajo de Claudia Gómez García, sobre el estudio de la imagen de la pelota vasca en los noticiarios semanales1. Igualmente, la base de datos de tesis doctorales TESEO del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, nos muestra que de los diez resultados que aparecen al realizar una búsqueda utilizando nuevamente el descriptor “NO-DO”, ninguno de ellos tiene como objeto principal de estudio el deporte.

La reflexión anterior, subraya una evidente carencia en la investigación sobre la historia del deporte durante el franquismo, que, por el contrario, no se refleja en el importante número de publicaciones que han estudiado desde un enfoque historiográfico el No-Do. Cabe señalar, entre otros muchos ejemplos, el imprescindible No-Do: el tiempo y la memoria de Rafael R. Tranche y Vicente Sánchez-Biosca, texto de obligada referencia en los estudios sobre el No-Do; tampoco se pueden olvidar los estudios realizados por Araceli Rodríguez Mateos respecto a la imagen política del régimen a través de los noticiarios, Josefina Martínez Álvarez y sus investigaciones sobre tratamiento de la Segunda Guerra Mundial que muestra el No-Do en su contenido; mientras que otros autores han analizado el No-Do desde temáticas más específicas aspectos más concretos, como Álvaro Matud Juristo y sus investigaciones sobre la producción documental o autores como Francisco Javier Odón Ordónez Rodríguez y Felipe Ramírez Martínez afrontando cómo el No-Do trató la divulgación científica, y Alfredo Menéndez Navarro para el caso de la medicina2.

El objetivo de esta investigación es el profundizar en el estudio historiográfico de uno de los productos audiovisuales que creó el No-Do, y que hasta el momento no ha recibido gran interés científico por parte de los historiadores, nos referimos en concreto a la revista «Imágenes del deporte». Entre 1968 y 1977 No-Do produjo con esta denominación más de ochenta documentales en color centrados en la información deportiva de actualidad y con una periodicidad mensual. El periodo cronológico que abarca la aparición de «Imágenes del deporte» es de gran relevancia en la historia de este país y en la propia evolución del deporte. Nos estamos refiriendo al periodo que comprende los últimos años del franquismo y el inicio de la transición democrática, una fase de grandes transformaciones políticas, sociales y económicas que tendrán también un impacto directo en el ámbito del deporte y la actividad física. A través del estudio del contenido de esta producción documental, se pretende descubrir aspectos relacionados con las rupturas y continuidades entre el franquismo y el periodo democrático y sus políticas deportivas, así como posibles transformaciones en comparación con fases previas de la dictadura de Franco. Del mismo modo, otro de los aspectos de gran relevancia en este trabajo es el poder identificar las diferentes temáticas y el tratamiento de las mismas en los contenidos de «Imágenes del deporte», mediante un análisis cualitativo y cuantitativo.

A nivel metodológico, junto con las principales fuentes hemerográficas y bibliográficas relacionadas con el objeto de estudio, el sitio web del Archivo histórico del No-Do que desde el 2014 incluye todos los contenidos de los que la Filmoteca Nacional tiene derechos desde su transferencia en 1982, y en concreto la revista «Imágenes del deporte», ha sido una de las fuentes determinantes con sus más de 700 horas de grabación y 4.000 videos. Una vez visionados todos los documentales se procedió al análisis del contenido de cada uno de ellos, teniendo presente tanto los elementos visuales como la propia narración que acompaña a cada reportaje. Al mismo tiempo, el contenido de cada uno de los documentales se ha puesto en relación con el contexto socio-político y deportivo que vivía el país en esos momentos para poder llegar a dar respuesta a los objetivos que plantea esta investigación. En cuanto a la estructura que presenta este trabajo, en el primer apartado se analizará el contexto histórico del tardofranquismo y del inicio de la transición democrática, así como la propia evolución del deporte y la política deportiva en este periodo. A continuación, se procederá al análisis histórico del origen del No-Do y su integración dentro de la política cultural y de comunicación del franquismo, así como de las características fundamentales que definieron a la revista cinematográfica «Imágenes del deporte». En un tercer apartado, se estudiará de forma pormenorizada el conjunto de documentales que muestran como temática común el interés en subrayar los esfuerzos de las autoridades políticas y deportivas en la promoción de la práctica deportiva en amplios estratos de la sociedad española. Otra de las dimensiones que definen a gran parte de los reportajes cinematográficos que componen la revista «Imágenes del deporte» en cuanto a las temáticas que afrontan sus contenidos, es su claro interés en la promoción de eventos deportivos de muy diferentes tipologías y especialidades deportivas. Por último, no podemos olvidar que muchos de estos reportajes estarán centrados en la presentación de algunos de los grandes nombres del deporte español en estos años, por lo que merece un apartado específico dentro de esta investigación, en donde se pueda analizar cómo No-Do presentaba a una nueva generación de héroes deportivos que estará a caballo entre el franquismo y la democracia.

1. El deporte entre el franquismo y la transición democrática

Para poder llegar a comprender la relevancia e impacto que alcanzó en la sociedad española el contenido de la producción documental de «Imágenes del deporte», es necesario que nos aproximemos al estudio del contexto histórico-deportivo en el que estos reportajes cinematográficos se insertaron, analizando las características específicas que definieron la política deportiva del tardofranquismo y los primeros años de la transición democrática en España. La dictadura de Franco se extendió desde 1939 a 1975 y durante este amplio periodo transitó por diferentes etapas que han sido definidas por la historiografía a la hora de analizar este marco cronológico. La proximidad ideológica de España con las potencias del Eje durante la II Guerra Mundial, provocó la resolución de la ONU en 1946 en la que se denunciaba la falta de legitimidad del franquismo y como consecuencia directa el inicio de la salida del país de la inmensa mayoría de los embajadores. Esta etapa de aislamiento y autarquía (1939-1953) sólo se verá modificada con la transformación del contexto internacional y el inicio de la Guerra Fría. Como no podía ser de otra forma, el aislamiento político influyó directamente en el ámbito deportivo provocando que a las dificultades generadas por la situación de deterioro que desde el final de la guerra civil vivía el país, se unió en estos años el alejamiento de España de las competiciones deportivas internacionales, reduciéndose los contactos deportivos prácticamente a los enfrentamientos contra aliados políticos como Alemania, Italia y Portugal.

En 1950 la asamblea general de la ONU autorizó finalmente la vuelta de los embajadores a Madrid, marcando el comienzo de una fase de consolidación del franquismo que se plasmará en 1953 con la firma en agosto del Concordato con la Santa Sede, y los posteriores acuerdos con los Estados Unidos en septiembre de ese mismo año. Este acuerdo con los Estados Unidos se convirtió en un espaldarazo para la legitimación internacional del régimen de Franco, aunque obligó a España a mantener una relación económica y militar subordinada y dependiente. El declarado anticomunismo que hacía gala el régimen de Franco se convirtió en la baza ideológica determinante para favorecer su integración dentro del bloque occidental, y que se unía a su importancia como aliado militar favoreciendo la instalación de bases militares americanas por su posición geoestratégica en la entrada del Mediterráneo. Este mismo factor provocó que durante esta etapa (1953-1960), la política deportiva del franquismo venga definida por un intento infructuoso a nivel interno de hacer realidad el proyecto de socialización del deporte entre los españoles, mientras que en la esfera internacional se pretende subrayar sus principios ideológicos como “centinela de Occidente”, prohibiendo cualquier contacto de clubes y federaciones españolas con los países comunistas del Este de Europa y sobre todo con la URSS. En este contexto se insertaron acontecimientos de gran relevancia como el boicot de Franco a los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956 por la entrada de las tropas soviéticas en Budapest, o la prohibición a la selección española de fútbol de enfrentarse con la URSS en la primera edición del Campeonato Europeo de Naciones en 1960. Al mismo tiempo, éxitos deportivos como los cinco triunfos consecutivos del Real Madrid en la recién creada Copa de Europa de fútbol entre 1956 y 1960, o el triunfo del ciclista Federico Martín Bahamontes en la edición de 1959 del Tour de Francia, serán reiteradamente explotados propagandísticamente a lo largo de este periodo, como medio para fortalecer la cohesión interna entorno al franquismo y para mostrar una imagen más agradable del régimen en el exterior, que pudiera amortiguar las duras críticas que llegaban desde la opinión pública internacional por la ausencia de un sistema que asegurase los mínimos principios democráticos. En este contexto, el No-Do se convertirá, junto a la prensa y la radio hasta la posterior implantación de la televisión, en una de las herramientas de comunicación de masas que mayor tiempo dedicarán en su contenido a la difusión de los éxitos deportivos de los atletas españoles.

Por último, durante el tardofranquismo (1960-1975) y, principalmente durante los años sesenta, se constató una fase de gran dinamismo económico y social que contrastará con el radical inmovilismo que mostraba el franquismo en la esfera política. El aumento exponencial del turismo, la transferencia de divisas de los emigrantes españoles y las entradas de capital extranjero se convirtieron en factores que permitieron impulsar el crecimiento económico durante este periodo. En la esfera deportiva los años sesenta marcan un claro cambio en la estrategia del franquismo, transformando radicalmente las directrices que hasta ese momento habían definido las relaciones deportivas de clubes y equipos nacionales, para empezar a utilizar el deporte como un medio con el que lograr mostrar una imagen de normalidad, de un país abierto a las influencias exteriores; un medio que en definitiva favoreciera la deseada integración de España en el contexto europeo e internacional. Por este motivo, se lograron normalizar las relaciones deportivas con los países comunistas y con la URSS, apostando al mismo tiempo por conseguir atraer la organización de eventos deportivos de impacto internacional que pudieran ser aprovechados como instrumento de propaganda y publicidad, dado que los resultados deportivos nunca llegaron al nivel que las autoridades políticas y deportivas hubieran deseado. La organización de la fase final del Campeonato Europeo de Naciones en 1964, la presentación en diciembre de 1965 de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 1972 o la decisión de la FIFA en 1966 de conceder a España la organización del Mundial de 1982, son algunos ejemplos que confirman esta transformación de la estrategia deportiva del franquismo en los años sesenta.

Junto al factor anterior, no podemos dejar de lado en nuestro estudio la importancia que supuso para el cambio de la utilización política del deporte por el franquismo, el cese de José Antonio Elola-Olaso como delegado nacional de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes (DNEFD) el 26 de diciembre de 1966, después de una década en el cargo. La dirección de la máxima institución deportiva del país recaerá a partir de ese momento en Juan Antonio Samaranch, quien apostará decididamente por la promoción de la actividad física, aunque la escasez de medios económicos y la falta del necesario número de instalaciones públicas deportivas le impedirán ­lograr sus ambiciosos objetivos. El ideario anterior se plasmó en la campaña “Deporte para todos” que impulsó la DNEFD bajo el lema “Contamos contigo” y con el objetivo de llevar las prácticas deportivas hasta el último rincón del país y conseguir al mismo tiempo la masa suficiente de practicantes que permitiera en el futuro conseguir mayores éxitos deportivos. La campaña logró que el ciudadano medio pudiera tener conciencia de la importancia de la práctica de la actividad física y el deporte, aunque esto no se plasmó de forma inmediata en una mayor accesibilidad debido a la escasez de instalaciones deportivas, de un tejido asociativo limitado y a la insuficiente implicación de los organismos públicos3. Las carencias de las políticas deportivas se constatan en los resultados que alcanzaron los deportistas españoles en los seis Juegos Olímpicos en los que participó España durante el franquismo, en los que sólo se logró una medalla de oro, dos de plata y dos de bronce. Los documentales de «Imágenes del deporte» se insertaron dentro de este propósito, combinando en el contenido de sus reportajes la publicidad de los eventos deportivos que se organizaban en el país, así como la promoción de la práctica deportiva entre los españoles sin diferencias de clase social. La campaña logró que los ciudadanos empezaran a tomar conciencia de los beneficios que generaba la actividad física y deportiva, aunque es necesario ser prudentes a la hora de valorar el éxito de este proyecto, dado que no podemos considerar que esta campaña logró realmente que el deporte fuera accesible para todos los españoles. Juan Gich Bech de Careda, ocupó en 1970 el cargo de Samaranch hasta el final del franquismo, manteniendo la misma línea de su predecesor al continuar incidiendo en la misión de lograr una socialización real de la actividad física, el aumento de instalaciones y la formación de profesores y entrenadores deportivos.

El fallecimiento del dictador Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 marca el inicio de una fase de transición política, que concluirá años después con la victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales celebradas en octubre de 1982. El deporte también vivió su propio proceso de transición. La mencionada carencia de instalaciones deportivas públicas había sido la constante a lo largo del franquismo y el gran objetivo al que debían hacer frente las autoridades deportivas durante la transición. Los resultados del estudio realizado por el Instituto ICSA-Gallup en 1975 subrayaban el creciente interés que existía en la población española hacia la práctica deportiva, representado en el más de medio millón de licencias federativas y en el 22 por ciento de españoles que practicaban algún tipo de actividad deportiva. Frente a lo anterior, la sociedad seguía reclamando un mayor número de instalaciones deportivas y el compromiso real de las autoridades políticas en este proceso4.

Tomás Pelayo Ros será nombrado delegado nacional de la DNEFD en 1975 permaneciendo en su cargo hasta septiembre de 1976, momento en el que Benito Castejón tomé el relevo convirtiéndose en el verdadero impulsor de la transición deportiva. Pelayo Ros encontró grandes dificultades para poder iniciar un proceso de reforma debido fundamentalmente a la inestabilidad que vivió el gobierno presidido por Arias Navarro. En cambio, Benito Castejón, quien ya había sido previamente secretario general de la DNEFD durante el periodo de Juan Antonio Samaranch y responsable de la campaña “Deporte para todos”, podrá comenzar a desarrollar un verdadero plan de reestructuración del deporte5. En su discurso de posesión dejó claras cuáles serían sus principales líneas de actuación, subrayando la indudable transcendencia política que tenía el deporte, la importancia de una planificación a nivel deportivo a corto y medio plazo “sin caer en el oportunismo político del brillo de las medallas”, y transmitiendo que uno de sus principales objetivos sería el conseguir “la extensión del deporte” a todos los españoles y la educación física, en definitiva, una profunda reestructuración y democratización de la política deportiva del país6. Cuando «Imágenes del deporte» deje de producirse en 1978, España se encontraba inmersa en pleno proceso de democratización de su estructura deportiva, plasmado en la desaparición de la DNEFD el 1 de abril de 1977, y dejando la gestión del deporte en un primer momento en la Dirección General de Educación Física que terminará convirtiéndose el 27 de agosto de ese mismo año en el actual Consejo Superior de Deportes (CSD). El nuevo organismo que tendrá como director general a Castejón, se encargará de afrontar aspectos tan relevantes como la necesidad de dar forma a una ley del deporte adaptada a las necesidades de este periodo, la regulación de la educación física en el sistema educativo, o el inaplazable aumento de las instalaciones deportivas.

2. El No-Do y la revista «Imágenes del deporte»

El 29 de septiembre de 1942 la Vicesecretaría de Educación Popular de Falange Española Tradicionalista (FET) y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) publicó el Reglamento de creación del No-Do. A partir de ese momento se prohibirán taxativamente la producción y edición de forma independiente de cualquier otro tipo de noticiario cinematográfico o documental. Al mismo tiempo, se declaró obligatoria la proyección de estos noticiarios en los cines de todo el país antes de cada película. Este conjunto de restricciones permitió al No-Do poder disfrutar de un monopolio en el intercambio de noticias con otros noticiarios extranjeros, restringiendo al máximo otros canales de información que no estuviesen sometidos a los intereses del Estado.

El régimen de Franco trató de tener bajo su control todo medio de información audiovisual, aunque las específicas características que definieron al No-Do le permitieron disfrutar de una relativa autonomía. Junto con los noticiarios, el cine documental también se incluyó bajo el control del No-Do al considerarlo una poderosa herramienta política de propaganda tanto a nivel interno como internacional. Respecto al monopolio y control de la producción audiovisual, Álvaro Matud considera que la producción documental nunca fue monopolio del Estado a diferencia del tradicional noticiario del No-Do7. A lo largo de su historia No-Do creó una amplia variedad de productos como noticiarios, reportajes y documentales de todo tipo. Se crearon durante estos años los tradicionales noticiarios producidos para España, más de 700 documentales en color y blanco y negro, la revista «Imágenes», y nuestro propio objeto de estudio, «Imágenes del deporte», así como un amplio número de productos destinados al exterior, como por ejemplo los noticiarios para Portugal, Brasil, Latinoamérica o incluso el noticiario para América «Iberia».

El decreto del 18 de diciembre de 19688 reorganizó todas las funciones del Ministerio de Información y Turismo que presidía Manuel Fraga Iribarne. Este hecho provocó que a partir de ese momento el No-Do quedase adscrito a la Dirección General de Radiodifusión y Televisión, al desaparecer la anterior dirección General de Cinematografía y Teatro de la que había dependido hasta ese momento. Esta decisión impulsó un cambio radical en la tipología y en la cantidad de productos audiovisuales desarrollados por el No-Do. El periodista Rogelio Díez Alonso, que hasta ese momento era Secretario General de la Dirección General de Radiodifusión y Televisión, se pondrá al frente del No-Do con el objetivo de poder competir con la inmediatez informativa que ofrecía la televisión. Además del tradicional noticiario, se dieron forma a diversas tipologías entre las que se encontraban las revistas: una variante del noticiario con reportajes de mayor extensión y con un análisis más profundo de la información. Habitualmente, este tipo de revistas se proyectaban en salas de cine especializadas, en la propia sede central del No-Do, o en centros culturales e instituciones de diverso tipo. El 1968 la revista semanal «Imágenes» que llevaba publicándose desde 1945 se suprimirá para dar paso a la producción de documentales en color y la nueva serie «Imágenes del deporte». Esta última novedad tendría una periodicidad mensual y sería fruto del resultado del acuerdo de colaboración alcanzado entre No-Do y la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes (DNEFD). Entre 1968 y 1977 se realizaron 88 documentales a color que trataban de combinar la información de actualidad nacional e internacional con la divulgación de la cultura deportiva y el desarrollo de hábitos de vida saludables, relacionados con la práctica de actividades físicas y deportivas en la sociedad española. Como analizaremos posteriormente con mayor detalle, salvo los primeros números, que incluían en su contenido varios reportajes de corta duración, la mayor parte de los números de «Imágenes del deporte» se centraron en un único tema que desarrollaba en profundidad a lo largo de una media de diez minutos de extensión.

El 8 de noviembre de 1968 las páginas del periódico «ABC», recogían el estreno del primer número de «Imágenes del deporte» en la sala de proyecciones de los propios locales de No-Do. A esta presentación asistió el máximo dirigente de la DNEFD, Juan Antonio Samaranch, junto con el secretario de este organismo, Benito Castejón, y un amplio número de críticos cinematográficos y periodistas deportivos. Al mismo tiempo que se estrenó «Imágenes del deporte», también se proyectaron ese mismo día dos documentales a color producidos por No-Do y titulados “Deportes en España” y “La antorcha”, junto con varios reportajes relacionados con los próximos Juegos Olímpicos celebrados en México. El periódico subrayará las felicitaciones que dirigió el propio Samaranch al director del No-Do, Rogelio Diez Alonso, «y a todo el personal por esta nueva etapa de No-Do en la que dedicará su atención al mundo del deporte»9.

Los documentales que se produjeron desde 1968 hasta junio de 1977, momento en el que la nueva reestructuración que vivió el No-Do provoca el final de esta revista cinematográfica, se pueden dividir en tres grandes categorías en relación con sus temáticas y aspectos que tratan en su contenido: en primer lugar, encontramos un amplio número de documentales centrados en la presentación de eventos deportivos organizados en España, y con los que la DNEFD pretendía utilizar como una herramienta de propaganda para la difusión de los éxitos de este país en relación con la organización de grandes torneos y competiciones deportivas. Una segunda tipología hace referencia a los documentales orientados a la promoción de deportes minoritarios o a la difusión de los beneficios que generaba la práctica deportiva en todos los sectores de la sociedad, en definitiva, el intento por parte de las instituciones deportivas españolas de alcanzar una mayor integración en el tejido social de la divulgación de la cultura deportiva. Por último, un menor número de ediciones de «Imágenes del deporte», se dedicaron a presentar destacados deportistas que habían alcanzado gran notoriedad por sus últimos éxitos, tratando de mostrarles a la opinión pública como modelos de sacrificio, éxito y superación. La categorización anterior es la que se ha seguido en la estructuración de esta investigación para poder lograr un análisis pormenorizado del contenido de estos documentales.

El propio Rogelio Diez, preguntado por la prensa en julio de 1968 respecto a la nueva reestructuración del No-Do y el papel que tendría en su contenido la información deportiva, será muy claro al exponer la relevancia que esta temática representaría a partir de este momento en los documentales y cortometrajes que se empezarían a producir:

También a partir del próximo mes de octubre NO-DO realizará mensualmente en colaboración con la Delegación Nacional de Deportes, una serie de documentales rodados íntegramente en color, que recogerán la actualidad mundial del deporte en sus más variadas facetas. Periódicamente se dedicarán números especiales de estos documentales deportivos a diversos aspectos antológicos del deporte-biografías de grandes figuras, campeonatos mundiales, olimpiadas, historia de clubs deportivos, etc.-, así como a ofrecer al público reportajes didácticos que contribuyan a su formación y le animen a la práctica de los distintos deportes10.

El director del No-Do tenía claros cuáles debían ser los principales objetivos que pretendían alcanzar a través de la creación de «Imágenes del deporte», mezclando la información de actualidad con la socialización de la práctica deportiva. Pero para lograr este propósito era preciso reunir a un grupo de profesionales con la experiencia necesario en la producción de cortometrajes y documentales. A los nombres ya conocidos por su presencia como locutores en los noticiarios del No-Do, como Matías Prats, Cantalejo y Hernández Franch, se unieron nuevas voces que saldrían de las pruebas que se realizaron durante esos meses. Al mismo tiempo, encontramos repetidamente la presencia de nombres como los de Juan Manuel de la Chica en la realización, Otilia Ramos en producción y montaje; Francisco Perelló, R. Marín y F. Sánchez los cámaras; E. García de Castro y Gregorio Sánchez en fotografía, o Jaime Moreno, A. Vaquero y Juan Justo en el sonido, todos ellos profesionales con muchos años de experiencia dentro de No-Do.

También se contó con la participación de Joaquín Esteban Perruca como nuevo redactor-jefe, y un grupo de colaboradores esporádicos que actuarían como asesores especializados sobre cada tema. No-Do no solamente alcanzó un impacto masivo en España, debido a que la proyección de sus noticiarios y documentales era obligatoria en las cerca de 4.000 salas de cine que ya existían en los años cuarenta, sino que también los noticieros y documentales llegaron a cadenas de televisión y cines en Sudamérica11. Del mismo modo, se pretendía impulsar la producción de cortometrajes como los que aparecían en «Imágenes del deporte», contratando guionistas, directores y realizadores de cine para utilizarlos en este tipo de producciones, seleccionando salas de cine en las grandes ciudades españolas «para dedicarlas exclusivamente a la proyección diaria, en sesión continua, de noticiarios y documentales nacionales y extranjeros dentro de las mayores exigencias de novedad, calidad y perfección técnica»12. En enero de 1969 nuevamente Rogelio Díez aparecerá en la prensa española, informando sobre el interés del No-Do en impulsar la producción de documentales. Se pretendía realizar «temas monográficos en películas de 16 y 8 mm.», que se pondrían a la venta en tiendas de fotografía. Al mismo tiempo, el director de No-Do se enorgullecía de «la inclusión del color» en sus productos, y en la aparición desde octubre de los documentales de «Imágenes del deporte» gracias a la colaboración con la DNEFD. Respecto a las líneas de desarrollo de este organismo, destacará la apuesta por el aumento de las producciones a color: «no cabe duda de que ese es el verdadero porvenir de nuestro noticiario»13.

3. España hace deporte: propaganda y cultura deportiva

Desde los primeros números presentados por «Imágenes del deporte» se pudieron apreciar algunos de los rasgos más característicos que mantendrán este tipo de productos audiovisuales hasta 1977. Elementos como la reiterada utilización en escenas deportivas de la cámara lenta para conseguir aumentar el grado de espectacularidad de las imágenes, la importancia de la locución y la propia música como apoyo inseparable de las imágenes o su producción en color, son algunas de las técnicas que con más insistencia se repiten en estos reportajes desarrollados por el No-Do, con lo que pretenden lograr un mayor impacto en el espectador y aumentar el grado de asimilación de los mensajes que subyacen en estos reportajes. Pero, sobre todo, «Imágenes del deporte» se caracterizará por su obsesión desde 1968 por intentar difundir el deporte entre amplios sectores de la sociedad, mejorar en alguna medida lo que podríamos definir como la cultura deportiva y promocionar las acciones que tanto desde el ámbito local como nacional se estaban realizando en este sentido. En relación con esta última reflexión, merece la pena recordar los comentarios que aparecen en uno de los reportajes aparecidos en 1968 y que acompañaban a las imágenes del encuentro de rugby disputado en Barcelona entre el Club Universitario y el equipo checo del Sparta de Praga: «Al ofrecer a ustedes algunas fases de este encuentro, nos guía el propósito de divulgar este deporte, cuyo conocimiento no está suficientemente extendido en nuestra patria si bien en algunas regiones como Cataluña y Castilla cuenta con multitud de entusiastas practicantes»14. Desde la segunda mitad de los años sesenta se tratará de cambiar una dinámica social que tradicionalmente había identificado a los españoles como apasionados espectadores de deportes de masas como el fútbol y el boxeo, pero que estaban muy lejos de conseguir lograr integrar en sus vidas un verdadero ocio activo. La llegada a la DNEFD de Juan Antonio Samaranch marca el inicio de un periodo que intenta dar los primeros pasos reales hacía una socialización del deporte, que definitivamente pase del discurso teórico a su implementación en los barrios de las grandes urbes españolas.

Entre 1968 y 1977 «Imágenes del deporte» dedicó monográficos a múltiples especialidades deportivas. En 1969 No-Do produjo reportajes centrados en deportes como la gimnasia deportiva, artística y los deportes náuticos, así como un reportaje de gran interés sobre el recién creado Instituto Nacional de Educación Física (INEF). Al año siguiente, especialidades como el balonmano, la lucha, el billar, la esgrima, la equitación, el baloncesto, el montañismo, el judo y el esquí disfrutaron de un tratamiento especial en el contenido de esta revista cinematográfica. En el número 15, dedicado de forma específica al judo, el narrador explica a los espectadores la importancia educativa de este deporte, mientras añade un amplio número de beneficios como que «es muy completo, desarrolla armoniosamente los músculos, favorece el equilibrio nervioso», y acompañaban a estas palabras unas imágenes de un gran número de niños practicando judo. Entre las virtudes de este deporte también se encontraban el no ser un deporte exclusivo para hombres, debido a cualidades como «lo armonioso del judo, la belleza de sus movimientos y su falta de peligrosidad», por lo que se adaptaba a la perfección a los criterios con los que en estos años todavía se entendía el deporte para la mujer. Criterios que todavía incidían en una visión tradicionalista de la práctica deportiva entre las mujeres, que respetasen los estereotipos de feminidad del “sexo débil” pero apostando al mismo tiempo por su progresiva integración en este nuevo espacio de ocio15. Es interesante comprobar cómo el contenido de estos reportajes y las temáticas que afrontan sufren un cambio radical en comparación con lo que observábamos en décadas anteriores. El dedicar un reportaje exclusivo para tratar la labor que en los últimos años se estaba realizando en el fomento de la actividad deportiva entre las personas con discapacidad física, es un claro ejemplo de este cambio en el concepto con el que se empieza a entender la política deportiva desde las instituciones políticas y deportivas. Estos reportajes trataban de dar respuesta al creciente interés hacía la práctica deportiva de los españoles, y que hasta ese momento parecía no estar acompañado de políticas deportivas que apostaran decididamente por favorecer su acceso al deporte sin distinción por su situación económica, su lugar de residencia o de género. A la demanda de la sociedad se unió una clase política más sensible con estos aspectos y consciente de la transcendencia como elemento determinante en la mejora de su calidad de vida de los ciudadanos. Se utilizan diferentes imágenes que ejemplifican las especialidades deportivas a las que estaban accediendo los niños y adolescentes con minusvalías físicas, como por ejemplo el balonmano, la natación, el tiro con arco, el baloncesto en silla de ruedas, el ping-pong, atletismo o piragüismo, de esta forma el narrador recuerda que «muchos españoles cuyo destino era ser meros espectadores en el transcurrir de interminables días grises, se convierten gracias al deporte, en protagonistas de una actividad que además de contribuir en muchos casos a su posible recuperación, les produce la satisfacción de sentirse integrados en la sociedad»16.

En 1972 «Imágenes del deporte» produce un número monográfico con el título «La mujer española en el deporte». En el mismo aparecen algunas conocidas deportistas de la época como ejemplo de la difusión del deporte entre las mujeres. La tenista María del Carmen Hernández Coronado, la saltadora de trampolín Carmen Belén Núñez, las nadadoras María Paz Corominas, la esgrimista Paloma Rodríguez, atletas como Sagrario Aguado, Belén Azpeitia y Consuelo Alonso, la gimnasta Pepita Sánchez o las alumnas de la Escuela Nacional de Educación Física-Julio Ruiz de Alda de la Sección Femenina son algunos ejemplos de mujeres deportistas que aparecen durante los más de diez minutos en los que se desarrolla el reportaje. Pese a las carencias y el retraso que realmente existía en estos años en cuanto a la integración de la mujer en el deporte, es indudable que existe una importante diferencia entre el discurso y las propias imágenes con el que los noticiarios del No-Do presentaban a la mujer realizando actividad física en los años cuarenta, y lo que nos ofrece «Imágenes del deporte» a principios de la década de los Setenta17. Desde su origen, los noticiarios del No-Do incluyeron un amplio número de reportajes que subrayaban la importancia de la actividad física en las jóvenes de la Sección Femenina, entendida como una herramienta destinada a contribuir a una formación integral de la mujer, sana y fuerte, que mejorara sus funciones reproductoras y siempre respetando los principios morales que imponía la iglesia católica. Al mismo tiempo, el deporte en las mujeres y su plasmación a través del No-Do, se trató de utilizar como un medio de propaganda y encuadramiento de otras jóvenes españolas18.

Siguiendo con este análisis de los intentos de impulsar y difundir el deporte por parte del Estado, y a través de un medio de comunicación de masas como el cine, podemos profundizar en el reportaje que se dedica en 1975 a los organismos dedicados a formar a la juventud en el deporte. El deporte ya era normal entre los niños que acudían al colegio en los núcleos rurales, gracias «a la labor callada llevada a cabo por distintos organismos encargados de formar a la juventud», y pese a que las imágenes que acompañaban estos comentarios mostraban claramente las carencias de infraestructuras deportivas que existían en los colegios, mostrando a un grupo de niños de Fuenlabrada realizando una tabla de “gimnasia educativa” en un descampado a las afueras de la ciudad. Se destaca que en los diferentes planes de promoción del deporte que se están desarrollando también tienen cabida las actividades de “aire libre”, con jóvenes que realizan todo tipo de actividades físicas y educativas en la montaña. Además, se informa que cada día se multiplican las piscinas públicas para conseguir que todos los niños puedan aprender a nadar, o que gracias a la “Operación aguilucho” nuestros hijos también se formaban en la práctica del esquí, un deporte tradicionalmente elitista pero que gracias a las instituciones públicas parecía mucho más accesible a todas las clases sociales. El reportaje trata de sintetizar la labor que se había conseguido en los últimos años en relación con la promoción del deporte entre los jóvenes, como ejemplo de los logros a nivel nacional. No-Do convierte en una magnífica herramienta publicitaria al servicio de los organismos deportivos, para destacar lo que parecía un gran proyecto de difusión del deporte que ya estaba logrando grandes resultados19.

Este proyecto de difusión del deporte en amplios sectores de la sociedad obligó a las instituciones a tener que empezar a preocuparse en la formación de nuevos profesionales en el ámbito de las ciencias del deporte. De esta forma, «Imágenes del deporte» dedicó un número especial a la mencionada Escuela Nacional de Educación Física-Julio Ruiz de Alda, bajo el control de la Sección Femenina. A lo largo del reportaje, se va explicando al espectador cómo se forma durante cuatro años a las jóvenes que se convertirían en las futuras profesoras de educación física. Se muestran escenas de las alumnas en las clases teóricas, en la biblioteca o en sus habitaciones, pero sobre todo aparecen imágenes de las jóvenes chicas practicando un amplio número de deportes individuales y de equipo, mientras la voz en off va explicando el programa de las asignaturas que se imparten o los cursos monográficos que tienen que cumplir. Se subraya que son más de mil las profesoras que se han titulado en este centro desde su creación en 1957 hasta 1974, lo que ha permitido que «pueda asegurarse que el conocimiento de la educación física ha llegado hasta la última aldea de nuestro país»20. Esta arriesgada y claramente imprecisa aseveración, se une a un concepto de la actividad física entre las mujeres que todavía no había conseguido dejar olvidados los estereotipos de género fortalecidos durante el franquismo, centrados en el culto a la feminidad. De esta forma, se felicita en el reportaje a la labor que desde hacía años estaba realizando la Sección Femenina para lograr difundir entre la sociedad española conceptos como que «la mujer y el deporte no están reñidos, y que aparte de otros beneficios, los ejercicios físicos realzan la feminidad y natural belleza»21. El objetivo y la estructura del contenido era muy similar que el reportaje producido previamente por No-Do en 1969 sobre el Instituto Nacional de Educación Física y Deportes. En este último, durante diez minutos se realizaba igualmente un recorrido por sus modernas instalaciones mientras el narrador explicaba la importancia que tenía la formación de estos jóvenes, como futuros «educadores especializados» en los diferentes ámbitos del deporte y la actividad física en, «una carrera de enfoque eminentemente humanístico» y en donde «la piscina, lo mismo que el gimnasio o la sala deportiva pueden también convertirse en un aula pedagógica, las aulas no han de ser solamente las que están cargadas de pupitres»22.

En 1977, Madrid y la promoción del deporte desde la Delegación de Servicios de su ayuntamiento volverán a ser los protagonistas en «Imágenes del deporte». Las nuevas instalaciones deportivas construidas en la Casa de Campo son el marco ideal para volver a subrayar, la importante labor que se está realizando para favorecer el fomento de la actividad física entre los niños. La escuela deportiva de tenis, la piscina pública o la escuela de vela y piragüismo en el lago de la mencionada Casa de Campo, la piscina cubierta del barrio de La Concepción y los «más de 30.000 alumnos» que han pasado por las diferentes piscinas durante 1976. El recorrido por las nuevas infraestructuras deportivas sigue por la nueva pista de atletismo del barrio de Orcasitas, el nuevo frontón de la Elipa o la galería de tiro en el polideportivo de la Plaza de la Cebada, destacando la existencia de catorce polideportivos con «más de 140 instalaciones parciales». En definitiva, se busca nuevamente mostrar el esfuerzo de las instituciones públicas en el fomento del deporte a través de la inversión en nuevas infraestructuras deportivas que favorecieran el acceso a todos los ciudadanos. Este tipo de productos audiovisuales, trataban claramente de mostrar a los espectadores que acudían a las salas de cine de todo el país que, poco a poco, la ansiada socialización del deporte se estaba convirtiendo para muchos españoles en una realidad23. En cambio, si bien es indudable que se estaban dando importantes progresos en comparación con las décadas anteriores, la sociedad española estaba todavía lejos de poder tener acceso a través del sistema público a una práctica deportiva de calidad, independientemente de su lugar de residencia o su poder adquisitivo.

4. Una nueva España: eventos deportivos en «Imágenes del deporte»

Una de las categorías en la que se ha dividido el análisis de contenido de los documentales de «Imágenes del deporte», ha sido la relacionada con los reportajes que tenían como temática principal la difusión y propaganda de todo tipo de eventos deportivos celebrados en España durante este periodo. Mediante este medio de comunicación de masas el régimen de Franco trató de hacer llegar a la sociedad española los éxitos alcanzados en la organización de festivales y competiciones deportivas de prestigio nacional e internacional. Entre los 88 documentales que produjo «Imágenes del deporte» hemos podido identificar 42 que están dedicados a informar de forma específica sobre eventos deportivos que se organizaron en España entre 1968 y 1977. A nivel cuantitativo, la división cronológica por años y número de documentales sobre esta temática sería la siguiente (entre paréntesis el número de documentales): 1968 (3), 1969, (7), 1970 (3), 1971 (4), 1972 (4), 1973 (6), 1974 (6), 1975 (6), 1976 (1), 1977 (1). Es necesario precisar que gran parte de los primeros números que se produjeron en «Imágenes del deporte»entre los años 1968 y 1969, incluían en su contenido varias noticias con una gran diversidad de temáticas y centradas en la actualidad deportiva de ese momento. A partir de mediados de 1969 se empieza a apreciar un cambio en el tratamiento del contenido, mostrando una estructura que se centra en un único tema y que se analiza con un mayor detalle y profundidad a lo largo de aproximadamente diez minutos de duración.

Por lo anterior, en los tres primeros números que se publicaron en 1968 encontramos un amplio número de reportajes relacionados con la celebración de todo tipo de competiciones deportivas, como por ejemplo la disputa del campeonato del mundo de paracaidismo deportivo militar, que aparece en el primer número con el que se inaugura «Imágenes del deporte»24, o la celebración del “Memorial Duque de Toledo”, una de las citas más importantes del año de la temporada de carreras de caballos en el hipódromo de Madrid, el campeonato de España de tenis celebrado en el Club de Polo de Barcelona, y el derbi futbolístico entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid25.

A lo largo de 1969 se produjeron once números entre los que se dedicaron tres de carácter monográfico centrados en eventos deportivos específicos como la Vuelta Ciclista a España, el rally internacional de Montecarlo y el Campeonato de España de natación. En 1970 los documentales monográficos centrados en eventos deportivos fueron la celebración del VIII Salón náutico internacional de Barcelona26, los Campeonatos Europeos de natación y los Campeonatos Mundiales de golf amateur celebrados en Madrid27. Respecto a esta última competición, el reportaje comienza introduciendo algunos aspectos básicos de un deporte de carácter elitista, y que estaba muy alejado del público que veía los documentales de «Imágenes del deporte» sentados en las butacas del cine. El Club de Campo y el Real Club Puerta de Hierro acogen esta competición que reunía a 36 países diferentes y que se celebraba por primera vez en España. Se van mostrando progresivamente escenas de las competiciones masculinas y femeninas, incidiendo en el éxito de la organización.

Durante 1971 No-Do prestó atención a varios eventos deportivos que se desarrollaron en nuestro país como la primera Copa Mundial de hockey sobre hierba disputada en el Club de Polo de Barcelona28, el XII Campeonato Mundial de esquí náutico, el XIX Campeonato de Europa de boxeo amateur29 o el IX Campeonato de Europa de gimnasia30. Todos los reportajes tienen una estructura similar, iniciando la voz en off con una introducción histórica de la especialidad deportiva y una explicación de las reglas básicas para tratar de esta forma de situar al espectador frente a deportes, que en muchos casos eran desconocidos para gran parte de la sociedad española. Se trataba de formar a un público generalista en los conceptos fundamentales del deporte, al mismo tiempo que se buscaba publicitar el amplio número de actividades en forma de competiciones deportivas que la DNEFD estaba celebrando. Las competiciones que se muestran en «Imágenes del deporte» son en algunos casos de poca relevancia, pese a que siempre se incide en subrayar la presencia de deportistas internacionales. Las autoridades políticas y deportivas aprovechan estos eventos para mostrar al exterior una imagen más agradable de la dictadura de Franco, en una fase de la dictadura en la que la presión internacional aumentó de forma sensible. No podemos olvidar que la política exterior del franquismo pretendió alcanzar una integración progresiva en la sociedad internacional y en las principales organizaciones internacionales, así como el acercamiento a Estados europeos que no tenían una declarada animadversión hacia el régimen español y al mismo tiempo el conseguir el reconocimiento de Estados esenciales como Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Dentro de esta estrategia, los eventos deportivos cumplirán una importante función como herramienta de propaganda31. En el reportaje sobre el desarrollo del Campeonato de Europa de boxeo, se menciona que «España, una vez más, puso de manifiesto a toda la Europa deportiva su alta capacidad de organización y mereció las alabanzas de todos los asistentes, […] y así, en los 183 combates que se celebraron no se produjo el más mínimo fallo de organización»32; sentencias como la anterior era muy comunes encontrarlas en la narración de estos reportajes. En definitiva, se trataba de mejorar la imagen internacional mientras a nivel interno se busca fortalecer el orgullo y la identidad nacional definida por el franquismo. Al analizar este tipo de reportajes, no se aprecian importantes diferencias en su diseño y contenido respecto a los que se realizaron durante los primeros años de la transición.

Otro de los aspectos que podemos resaltar es la reducción del número de reportajes de este tipo de categoría en los últimos años de la existencia de «Imágenes del deporte». En concreto, se pasará de los seis números centrados en eventos deportivos que se produjeron cada año en 1973, 1974 y 1975, a encontrar un único número en 1976 y en 1977 en el que su contenido giraba alrededor de la celebración de un evento deportivo en nuestro país. El reducido número de reportajes que encontramos en los años finales, puede ser un indicador que nos alerta del impacto que pudo tener la difícil situación económica que vivió No-Do, sumiendo a la entidad en un desconcierto y desanimo que se convierte en antesala de su desaparición. En junio de 1977 desaparece «Imágenes del deporte», junto con otros productos muy representativos pero poco viables económicamente como el «Noticiario para Portugal» y el «Noticiario “Iberia” para América», ambos en octubre de 1977Como ejemplo de lo anterior, en 1974 se dedicaron números monográficos a eventos deportivos como el Campeonato de Europa de lucha, el Festival Gimnástico Nacional de Madrid, Campeonato Mundial de ciclocross, el XX Campeonato de España de Formula I, la Semana Internacional de vela en Palma de Mallorca y el Campeonato del Mundo de patinaje artístico sobre ruedas; mientras que en 1975, las competiciones que fueron publicitadas a través de este medio fueron la Copa de Europa de Naciones de esquí náutico, los Campeonatos del Mundo de gimnasia rítmica femenina, el Torneo Ocho Naciones de natación, la Copa de Europa de esquí, el Trofeo Carranza de fútbol y la V Bienal Internacional del deporte en las bellas artes. A nivel general la producción de «Imágenes del deporte» fue drásticamente reducida en los últimos años, pasando de los diez números que aparecen en 1975 a los únicamente tres, que produce No-Do para esta revista cinematográfica en 1976.

En 1977 «Imágenes del deporte» dedica su número 86 al VIII Campeonato de Europa de atletismo en pista cubierta que se celebró en el velódromo de Anoeta en San Sebastián. La estructura de su contenido seguía siendo fiel a lo que habían mostrado este tipo de reportajes desde su origen. Antes de entrar en la presentación a los espectadores del desarrollo de cada una de las pruebas, se destaca que la pista de Anoeta es la única en Europa «que con una cuerda de 200 metros tienen seis calles, gran esfuerzo el realizado por los organizadores que tuvieron que salvar muchas dificultades hasta poder ofrecer estos campeonatos». A continuación, el reportaje inicia a mostrar cada una de las pruebas atléticas que se celebraron, incidiendo de forma repetida en la utilización de la cámara lenta para tratar de subrayar la plasticidad y belleza de los gestos atléticos. Antes de concluir, la voz en off manda el mensaje fundamental que subyace detrás de este tipo de documentales, y que no era otro que mostrar al espectador la preparación de este país a la hora de organizar grandes eventos deportivos: «los Campeonatos de Europa de 1977 finalizaron, dejando entre otras muchas cosas, constancia de que en España se dispone de una perfecta organización deportiva»33.

5. Los nuevos héroes del deporte, modelos para la sociedad

La tercera de las grandes categorías que muestra el análisis del contenido de los reportajes de «Imágenes del deporte», es la relacionada con la presentación de grandes nombres del deporte español durante ese periodo. En este análisis se han incorporado tanto aquellos números en los que a lo largo de su contenido se incluyeron entre las diversas noticias las declaraciones de algunos deportistas, así como aquellos que estaban centrados de forma exclusiva en la presentación de un ídolo del deporte. En este caso, se han podido encontrar nueve números dedicados de forma parcial o completa, a algunos de los deportistas que entre finales de los años sesenta y principios de la siguiente década saltaron a la opinión pública por sus éxitos deportivos.

Pero antes de entrar en la descripción de estos reportajes, es necesario señalar que «Imágenes del deporte» no olvida al que debía convertirse en el principal modelo de deportista para todos los españoles y que no era otro que el propio Franco. La serie de reportajes se inauguran en su primer número con las imágenes del dictador disfrutando con algunas de sus principales actividades deportivas. Franco aparece en su yate en unas idílicas imágenes practicando con sus nietos la pesca en alta mar, para enlazar seguidamente con otras escenas que le muestran pescando salmones con la ayuda de un buen grupo de ayudantes encargados de coger las piezas del río y de inmortalizarle posteriormente posando con el salmón. Para concluir los tres primeros minutos que abren el primer número de «Imágenes del deporte», el reportaje nos vuelve a mostrar a Franco practicando otra de sus grandes aficiones deportivas: el golf. Nuevamente No-Do se preocupa de mostrar al caudillo disfrutando del deporte en un contexto familiar, rodeado de sus nietos que aprenden a jugar al golf junto a su abuelo. La voz en off, se encarga de subrayar que «el Generalísimo figura en la lista de Jefes de Estado que distraen sus vacaciones y cuidan su forma física gracias al golf»34. La avanzada edad del dictador impedía que apareciese frente a los espectadores practicando otras actividades deportivas más exigentes a nivel físico. Franco como modelo para todos los españoles, pero practicando deportes alejados de las posibilidades económicas de la mayoría de los ciudadanos de este país. «Imágenes del deporte» insiste en presentar a Franco como un líder dinámico, moderno, rodeado de su familia y deportista, pese a que su condición física dificulta el poder mostrarlo con la suficiente credibilidad.

El boxeador José Legrá abre en 1969 el número 4 y muestra a los espectadores cómo se entrena para el combate contra Johnny Famechon valedero para el título mundial. El reportaje nos muestra al popular Legrá iniciando su entrenamiento corriendo por el parque del Retiro al amanecer, para posteriormente pasar a las sesiones con los sparrings en el ring, los ejercicios de comba o la esgrima frente al espejo, mientras que las imágenes van acompañadas de la explicación del narrador y de la sorprende ausencia de declaraciones del propio boxeador35.

Muy diferente será la estructura utilizada para presentar en 1970 al piloto Ángel Nieto, en aquellos momentos campeón del mundo en la categoría de 50 centímetros cúbicos. El reportaje tendrá una estructura de entrevista en la que se irán incorporando junto a las declaraciones del protagonista, las opiniones de su madre, del presidente de la empresa de motocicletas Derbi, Andreu Rabassa y de otras personas cercanas a su vida. El documental muestra al piloto preparando la carrera en el circuito de Montjuïc, estudiando el diseño del circuito, en plena competición y recibiendo las felicitaciones después del triunfo. A lo largo de los trece minutos el espectador descubre cómo fueron los inicios de Nieto en el motociclismo y cuáles son sus opiniones respecto a los motivos que le llevan a dedicar su vida a esta arriesgada profesión. El comentario del entrevistador con el que se cierra el reportaje, define de forma clara el mensaje que el ejemplo de Ángel Nieto debe llevar a todos los españoles: «Ángel Nieto tiene razón, no hay mejores, no hay más que esfuerzo constante día a día, paso a paso, calladamente, y a veces, como en un símbolo desde lo alto del pódium de la gloria»36.

El boxeador José Manuel Urtain también protagonizará en 1970 un amplio reportaje de «Imágenes del deporte», narrando sus inicios en el municipio guipuzcoano de Aizarnazábal y su pasión por el deporte tradicional vasco como levantador de piedras. A continuación, se muestran los preparativos para el combate valedero para el campeonato de Europa de los pesos pesados entre Urtain y el boxeador alemán Peter Weiland, celebrado en el Palacio de los Deportes de Madrid, así como el propio desarrollo del combate. El documental termina con las imágenes del boxeador celebrando su triunfo en el ring rodeado de los aficionados37. El número 31 será dedicado a otro gran deportista vasco, José Ángel Iribar. No-Do presenta al nuevo ídolo del Athletic de Bilbao como el heredero de los grandes porteros del fútbol español como Zamora o Ramallets. Las imágenes de aficionados y escenas de partidos se mezclan con las respuestas de Iribar, mientras la voz del narrador realiza un recorrido por la infancia y sus primeros pasos en el fútbol hasta llegar a debutar en el Athletic. Iribar va respondiendo a varias preguntas de forma escueta mientras el narrador-en esta ocasión Matías Prats- destacaba que «José Ángel Iribar Kortajarena, el hombre, es un misterio; Iribar, el mito, sin embargo, es ya casi una estatua forjada como todos los mitos, entre la admiración y envidia»38. Admiración que se tornará en duras críticas cuando durante los primeros años de la transición ­democrática muestre su cercanía ideológica con el nacionalismo vasco, recibiendo ataques desde los medios de comunicación más conservadores.

«Imágenes del deporte» volverá a dedicar un monográfico a un deportista, eligiendo en este caso al nadador Santiago Esteva. La narración va recorriendo los principales lugares que definen la infancia y adolescencia del deportista y entre ellos las instalaciones del Club Natación Sevilla y el Club Natación Sabadell lugares en los que empezó a desarrollar su carrera como nadador. El reportaje sigue una estructura muy similar a la que ya hemos visto en el monográfico de Ángel Nieto, mezclando la narración con las entrevistas a personas cercanas a la vida de Esteva, como su propio padre y su primer entrenador en Sevilla. Tampoco se olvida su participación en los Juegos Olímpicos de México en 1968, los récords en el campeonato de España o las cuatro medallas conseguidas en el Campeonato de Europa celebrado en 1970 en Barcelona. Se subraya que en esos momentos Esteva estaba becado por la DNEFD para estudiar y prepararse en la universidad de Indiana. Las escenas de entrenamientos y competiciones se mezclan con escenas familiares junto a sus padres y hermanos. El periodista le pregunta sobre su objetivo para los Juegos de Múnich, y Esteva tímidamente declara que su objetivo era superar sus mejores marcas y si era posible superar el puesto logrado en México. El reportaje termina enumerando sus múltiples éxitos y señalando que todos esos triunfos «sólo le sirve de estímulo para prepararse intensamente cara a la olimpiada de Múnich, gran ejemplo el que ofrece este deportista de diecinueve años, Santiago Esteva, a toda la juventud»39. En Emiliano, retrato íntimo, «Imágenes del deporte» presenta al jugador de baloncesto del Real Madrid Emiliano Rodríguez en el momento de su retirada, mostrándonos a un deportista que escucha música clásica en su casa antes de acudir a su oficina de trabajo y a los entrenamientos. Su mujer deja claro que es un «hombre bastante hogareño y que sobre todo le gusta estar con sus hijos», que se casó con él porque le quería y que bebe vino en las comidas, pero no fuma. Las escenas de sus hijos se suceden, se subraya su deportividad y su implicación en los partidos mostrando, como por otra parte ocurre en la mayoría de los monográficos que hemos analizado, una imagen rodeada de una perfección que busca convertirse en un modelo para todos los espectadores. Las declaraciones de compañeros, rivales, periodistas, el delegado nacional Juan Gich Bech de Careda y directivos como el propio Santiago Bernabéu destacan la calidad técnica de Emiliano como jugador de baloncesto junto a su condición humana, mientras de fondo se escucha Las cuatro estaciones de Vivaldi.

En 1972 el número 42 se dedicará al esquiador Francisco Fernández Ochoa por su medalla de oro conseguida en los Juegos Olímpicos de Sapporo. El reportaje se abre con las imágenes del multitudinario recibimiento en el aeropuerto de Barajas, destacando el narrador la importancia histórica de este triunfo para el deporte español. A continuación, se muestra a los espectadores el recibimiento que Franco concedió a Fernández Ochoa en su residencia de El Pardo y su posterior visita al príncipe Juan Carlos, para continuar con el recibimiento que le dieron en el pueblo de Cercedilla, su lugar de residencia desde niño. El recuerdo de los inicios en el mundo del esquí de “Paquito” Fernández Ochoa, sirve a No-Do para recordar a los espectadores que hoy en día gracias a los profesores de la Escuela Española de Esquí, los niños, «futuros campeones», pueden aprender a esquiar con más facilidad. Matías Prats, nuevamente como voz en off, desglosa la exitosa carrera del esquiador junto con las imágenes del triunfo en la prueba de eslalon especial de Sapporo. Pero el éxito no cambia a Paquito, recordando «que es el mismo, el triunfo y la popularidad no han cambiado su manera de ser»40.

El último de los monográficos dedicados a deportistas tendrá como protagonista al atleta Mariano Haro, tres veces seguidas subcampeón mundial de cross y cuarto en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. El reportaje muestra el homenaje que le realizan al atleta castellano en Palencia, aprovechando la celebración de una prueba de cross internacional y el campeonato de España de Educación y Descanso, en el estadio de la Balastera. Antes del inicio de la competición imponen a Haro la medalla de plata de la Juventud, al haber iniciado su carrera como atleta en el Frente de Juventudes. El protagonista del reportaje cuenta a la cámara cómo fue su inicio en el atletismo, al obligarle a participar el delegado del Frente de Juventudes en un cross al que no quería participar: «fuimos a correr con la sana intención de retirarnos porque nos pagaban la comida y los gastos del viaje, pero como al kilómetro o kilómetro y medio iba el primero no tuve más remedio que seguir corriendo y llegar el primero a la meta»41. Se subraya sus humildes inicios y las dificultades que tuvo que pasar hasta llegar a conseguir el éxito, al compaginar entrenamientos y trabajo y ser el mayor de los hermanos. Perfil, que por otra parte comparten casi todos los protagonistas que aparecen en «Imágenes del deporte», rasgo característico de la mayor parte de los deportistas que lograron destacar durante el franquismo. Las imágenes con su mujer y sus hijos también se repiten, acompañadas de la mención del narrador que recuerda que Haro «comparte con su familia todo el tiempo libre que le deja su ocupación profesional y su entera dedicación al atletismo»42.

Estos deportistas aparecen ante los espectadores como modelos perfectos de ciudadanos. El deportista como el ejemplo del esfuerzo y sacrificio como único medio para conseguir sus objetivos, que valora la importancia del entorno familiar y que no olvida sus orígenes humildes. El deportista aparece ejemplificando, a través de los reportajes «Imágenes del deporte», el triunfo y el reconocimiento profesional pero mostrando al mismo tiempo una aparente sencillez y cercanía alejada del glamour del deporte profesional de masas.

5. Conclusiones

Esta investigación ha tratado de mostrar cómo el No-Do, y en concreto, los reportajes de «Imágenes del deporte», fueron utilizados por las autoridades políticas y deportivas del franquismo y de la primera fase de la transición democrática. Uno de los objetivos fundamentales que tenían este tipo de productos cinematográficos, era el servir como herramienta para la difusión de las nuevas medidas que desde las administraciones locales y nacionales se estaban implementando en política deportiva. El contenido de estos documentales transita constantemente desde una función didáctica-en relación con la difusión de un conocimiento básico sobre las diferentes especialidades deportivas y su reglamentación, pasando por el intento de promocionar y normalizar la práctica de la actividad física y deportiva entre amplios estratos de la sociedad española, y la de propaganda y exaltación de una supuesta nueva estrategia deportiva por parte del Estado, que estaba teniendo un claro impacto en la organización de importantes eventos deportivos en nuestro país, así como en la mejora de las instalaciones deportivas públicas. Del mismo modo, los reportajes de «Imágenes del deporte» también permitieron mostrar a los ciudadanos de una forma más atractiva, un amplio número de grandes ídolos del deporte en esos años. A todos ellos se les presentaba con un conjunto de rasgos comunes. Orígenes humildes y con una infancia llena de sacrificios para poder llegar a conseguir el éxito deportivo, jóvenes deportistas que tenían en el núcleo familiar su principal apoyo para superar todos los obstáculos que aparecían y que contaban con el respaldo total de la prensa y los aficionados. Los documentales inciden en mostrarnos a estos deportistas como modelos perfectos para la sociedad, que tienen en el trabajo y el esfuerzo su único medio para alcanzar los resultados deseados.

Una de las conclusiones más interesantes que ofrece esta investigación, es la demostración de la ausencia de una ruptura entre el fin del franquismo y el inicio de la transición en el contenido, estructura y objetivos que se desprenden de los reportajes de «Imágenes del deporte». Si bien es cierto que estos documentales sólo llegaron a realizarse durante la transición hasta 1977, y que por lo tanto el periodo cronológico de estudio es muy reducido, la ausencia de cambios importantes en este medio nos habla de una transición que desde el ámbito deportivo mostró un aclara continuidad más que una ruptura con los años precedentes. «Imágenes del deporte» trató de mostrar una España moderna que, siguiendo las líneas de actuación que en este ámbito imperaban entre nuestros vecinos europeos, se buscaba lograr una verdadera socialización de la práctica deportiva, objetivo al que hasta ese momento el franquismo no había logrado dar respuesta. Por este motivo, los miles de españoles que acudían a las salas de cine podían entretenerse durante unos diez minutos viendo cómo en su país se organizaban importantes eventos deportivos y grupos sociales como niños, adolescentes y mujeres podían acceder a la actividad física y deportiva gracias al importante número de instalaciones públicas que se estaban construyendo. Una visión idílica que sabemos que estaba muy lejos de la realidad, aunque es indudable que sí que en este periodo se aprecia un claro cambio con la política deportiva que desde 1939 había tratado de desarrollar el franquismo con muy poco éxito. Las campañas que impulso el Consejo Superior de Deportes centradas en el desarrollo del deporte para todos como “En forma y pedaleando” (1978-1979-1982), “Andar y Correr” (1978-1979-1982-1983), “Deporte escolar para todos” (1980) y “Deporte del Tiempo Libre” (1981) permitieron iniciar a definir unas líneas claras de actuación, pero se tendrá que esperar hasta bien entrados los años ochenta para empezar a ver un aumento real de la práctica deportiva entre los españoles.

______________________

1 F. Gil Gascón, J. Cabeza Deogracias, Pololos y medallas: la representación del deporte femenino en NO-DO (1943-1975), in «Historia y Comunicación Social», 17 (2012), pp. 195-216; C. Gómez García, La pelota vasca y el NO-DO. Un símbolo vasquista a través del noticiario cinematográfico franquista, in «Revista de Cultura e Investigación Vasca», 38 (2015), pp. 117-136.

2 R. R. Tranche, V. Sánchez Biosca, NO-DO: El tiempo y la Memoria, Madrid, Cátedra, 2001; Id., NO-DO: entre el desfile militar y la foto de familia, in «Archivos de la filmoteca», 15 (1993); A. Rodríguez Mateos, Un franquismo de cine. La imagen política del Régimen en el noticiario NO-DO (1943-1959), Madrid, RIALP, 2008; F. J. O. Ordóñez Rodríguez, F. E. Ramírez Martínez, «Los públicos de la ciencia española: un estudio del NODO», in Cien años de política científica en España, Bilbao, Fundación BBVA, 2008, pp. 257-292; F. E. Ramírez Martínez, «Ciencia, tecnología y propaganda: El NODO, un instrumento de popularización de la ciencia al servicio del Estado (1943 – 1975)», in F. J. O. Ordóñez Rodríguez (a cura di), El pensamiento científico en la sociedad actual, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia (Secretaria General de Educación, Instituto Superior de Formación del Profesorado), 2006, pp. 77-108; A. Menéndez Navarro, Una cámara para nuestro amigo el átomo: la representación de las tecnologías médicas nucleares en NO-DO, in «Quaderns de ciné», 4 (2009), pp. 47-56; J. Martínez Álvarez, Información y desinformación: La II Guerra Mundial a través de NO-DO, in «Espacio, tiempo y forma. Serie V, Historia Contemporánea», 7 (1994), pp. 295-312; Id., «La guerra en el cine y la propaganda: NO-DO 1943-45», in D. Contreras García, S. G. Payne, Stanley (a cura di), España y la Segunda Guerra Mundial, Madrid, Universidad Complutense, 1996, pp. 145-155; A. Matud Juristo, El primer documental vanguardista de NO-DO, in «Revista Digital de Cinema Documentário», 2 (2007), pp. 6-30; Id., La incorporación del cine documental al proyecto de NO-DO, in «Historia y comunicación social», 13 (2008), pp. 105-118.

3 T. Gonzalez Aja, «Contamos contigo. Sociedad, vida cotidiana y deporte en los años del desarrollismo», in X. Pujadas (a cura di), Atletas y ciudadanos: historia social del deporte en España, 1870-2010, Madrid, Alianza, 2011, pp. 323-353.

4 X. Abadía i Naudí, «Deporte, ciudadanía y libertad: la transición en España y el deporte, 1975-1982», in Pujadas (a cura di), Op. cit., pp. 357-392.

5 J. García Candau, Benito Castejón, nuevo delegado de deportes, in «El País», 10 settembre 1976.

6 Un auténtico programa en el discurso de toma de posesión del nuevo delegado de deportes, in «ABC», 14 settembre 1976.

7 Matud Juristo, La incorporación del cine documental al proyecto de NO-DO, cit., p. 107.

8 Boletín Oficial del Estado, 20 gennaio 1969.

9 NO-DO presenta, in «ABC», 8 novembre 1968.

10 M. Gómez-Santos, NO-DO en color, in «ABC», 21 luglio 1968.

11 R. Sala Noguer, La memoria del franquismo, in «Archivos de la filmoteca», 15 (1993), p. 34.

12 Ibidem.

13 NO-DO fomentará la ayuda a los documentales privados españoles, in «ABC», 12 gennaio 1969.

14 «Imágenes del deporte», n. 3, 1968.

15 «Imágenes del deporte», n. 15, 1970.

16 Ivi, n. 41, 1971.

17 Ivi, n. 43, 1972.

18 F. Gil Gascón, J. Cabeza Deogracias, Pololos y medallas: la representación del deporte femenino en NO-DO (1943-1975), in «Historia y Comunicación Social», 17 (2012), pp. 195-216.

19 «Imágenes del deporte», n. 83, 1975.

20 Ivi, n. 74, 1975.

21 Ibidem.

22 «Imágenes del deporte», n. 16, 1969.

23 «Imágenes del deporte», n. 87, 1977.

24 Ivi, n. 1, 1968.

25 Ivi, n. 2, 1968.

26 Ivi, n. 16, 1970.

27 «Imágenes del deporte», n. 24, 1970.

28 Ivi, n. 37, 1971.

29 Ivi, n. 32, 1971.

30 Ivi, n. 30, 1971.

31 C. Molinero, Carme, P. Ysàs, Pere, La política exterior en los años 60, in J. A. Martínez (a cura di), Historia de España siglo XX, 1939-1996, Madrid, Cátedra, 1999, pp. 153-158.

32 «Imágenes del deporte», n. 32, 1971.

33 «Imágenes del deporte», n. 86, 1977.

34 «Imágenes del deporte», n. 1, 1968.

35 Ivi, n. 4, 1969.

36 Ivi, n. 25, 1970.

37 Ivi, n. 17, 1970.

38 Ivi, n. 31, 1971.

39 «Imágenes del deporte», n. 34, 1971.

40 Ivi, n. 42, 1972.

41 «Imágenes del deporte», n. 51, 1973.

42 Ivi, n. 5, 1973.